100 años de manicuras

¡Feliz jueves Lolitas!
Hoy en el blog hemos querido hacer una lección de historia… Historia de las uñas. Normalmente lo que llamamos nuevas tendencias o novedades son cosas que ya se inventaron hace ya un tiempo, lo único que hacen es reinventarse o inspirarse en estilos del pasado. Siempre nos gusta mirar hacia atrás, a lo que llevaron nuestras pioneras, y a la vista está que la nostalgia, con el auge de la moda vintage, por ejemplo, nos persigue temporada tras temporada. Nosotros, como expertos en uñas hacemos una retrospectiva en los últimos 100 años para ver qué se llevaba y veáis de dónde venimos. ¡Empezamos!
Años 20
A principios de los años 20 se empezaron a crear los primeros esmaltes de uñas, basados en pinturas para coches (¡no teníamos ni idea!). Años después, en 1925 se empezaron a comercializar los esmaltes de uñas. Los más vendidos eran el rojo y los rosados. El tono rosa se aplicaba en el centro de la uña y no se cubría la media luna, esta tendencia se denominó “Half Moon Manicure” o media luna. A finales de los años 20, en 1929, Revlon creo la tendencia de llevar la barra de labios y el esmalte de uñas del mismo color.
Por su parte, Max Factor creo el Supreme Nail Polish, que era un polvo de color beige para poner sobre la uña y extenderlo con una gamuza, consiguiendo que la uña tuviera un ligero brillo y coloración. Una tendencia que podríamos encontrar hoy en día perfectamente.
Años 30
Esta tendencia surgió de las altas esferas de la sociedad parisina. La princesa de Faucigny-Lucinge puso de moda este tipo de manicura. Consistía en pintar de rojo la uña, y aplicar un arco de color plateado en la punta. Hacia el final de la década, en 1937, Earl Tupper (exacto, el mismísimo creador del Tupperware), experimentó por primera vez con apliques adhesivos de uñas como, por ejemplo, con imágenes de tréboles.
Años 40
La feminidad de los años 40 se ve reflejada en el cambio que hubo en los estilismos de uñas. Siguió siendo popular la uña almendrada, larga y de color rojo. Rita Hayworth fue famosa por sus uñas extralargas, rojas y brillantes.
En cambio, en el mundo real, el de las mujeres trabajadoras, muchas apostaron por lo contrario: uñas cortas y rosadas. Un diseño más discreto y cómodo para la época. También se puso de moda llevar los labios y las uñas a conjunto, por lo que las compañías de cosmética hacían packs para vender labiales y esmaltes.
Años 50
Durante la época de los años 50, en la manicura seguían llevándose las uñas largas, redondeadas y con estructura de almendra. Los colores de moda eran los rojos y rosas, en la misma línea que los 40, siendo la manicura francesa una de las tendencias de moda. Uno de los avances más destacados fue accidental. En 1957, el dentista Frederic A. Snack se rompió una uña y para poder seguir con su trabajo la reparó con acrílico que se utilizaba para reparar los dientes. A partir de entonces nacieron las uñas de acrílico, todo un hito. A partir de entonces se hicieron muy famosas las uñas largas de acrílico, las hacían llamar uñas de porcelana, por su color blanquecino. Aunque era un material muy duro y rígido no todo el mundo podía llevarlas sino solo personas con cierto nivel adquisitivo.
Años 60
En los años 60 llegaron los colorines, flores y minifaldas dominaron. Esto significó un cambio muy grande en el mundo de la manicura, que venía de un estilo muy clásico y asociado a lo divino y la elegancia. En cuanto a la forma, empezaron a llevarse formas más naturales, más cortas y cuadradas. Cher fue uno de los iconos que empezó esta tendencia cuando fue a su manicurista y le pidió “algo diferente”, apostando por los rosas perlados y los toques color melocotón.
Años 70
Es la época del movimiento hippie y por ello se empezaron a poner de moda colores como el azul y el verde para demostrar la alegría de dicho movimiento. Pero lo que se impuso más fue la manicura francesa con diferentes tamaños (era, es y será un clásico que no pasará de moda). Esta tendencia la impulsó Jeff Pink, fundador de Orly, en un momento en el que Hollywood necesitaba looks más versátiles.
Años 80
Aquí la cosa se va de madre y aterrizan los neones. La forma más popular era la squoval (entre ovalado y cuadrado), y uno de los máximos exponentes de esta tendencia fue la mítica Madonna. Se empiezan a hacer los primeros experimentos de uñas postizas con tip, al igual que las conocemos actualmente. Se formaban con acrílico, fibra de vidrio o resinas. También en esta época comenzó el nail art creándose dibujos o líneas en las uñas.
Años 90
En los años noventa se desarrollaron dos tendencias principales y muy opuestas. Se puso de moda el “bold nail art”, uñas muy chillonas con dibujos muy estridentes. Esta tendencia la popularizó mucho la rapera Missy Elliot, por ejemplo. Por otro lado, se puso de moda llevar las uñas cortas y con esmaltes oscuros. Las uñas de Uma Thurman en Pulp Fiction inició una “obsesión” con el esmalte de uñas de Chanel en tono Vamp.
Año 2000
Entramos en el nuevo siglo, y las uñas cobran un aire futurista (que durará poco). Se popularizan las uñas embellecidas, como las doradas que Beyoncé puso de moda al final de la década. También vemos reinvenciones de estilos anteriores, pero los nail arts ornamentados pegaron fuerte durante la recesión económica, que sirvió como herramienta de expresión, llegando a ser una gran tendencia en las pasarelas.
A partir de 2010...
Y llegamos a la última década que hemos vivido, donde los diseños minimalistas y las formas naturales han triunfado, aunque en los últimos años hemos visto el estilo Stiletto ganando popularidad, y como no, las manicuras de gel y semipermanentes, que permiten no preocuparse de la manicura durante varios días (¡no tenemos tiempo!). Pero si algo nos ha dado esta década que ha marcado el mundo de la manicura es… ¡ROSALÍA! Os pueden gustar más o menos, pero sin duda las ha convertido un icono de ese glamour poligonero que ha creado la cantante y que ha calado tanto en la cultura popular juvenil.